jueves, 3 de febrero de 2011

A rey muerto, rey puesto.

Al mes apenas, antes que gastase los zapatos
con los que acompañó el cadáver de mi padre
como Níobe, toda llanto, ella, ella
(¡Dios mío, una bestia sin uso de razón
le habría llorado más!) se casa con mi tío,
hermano de mi padre, y a él tan semejante
como yo a Hércules; al mes escaso,
antes que la sal de sus lágrimas bastardas
dejara de irritarle los ojos.


( Hamlet, W. Shakespeare )

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